El agujero en la capa de ozono se recupera de forma gradual, pero el ritmo es mucho más lento de lo estimado hace algunos años por la comunidad científica internacional. Según las últimas estimaciones, el grosor de la capa protectora de la Tierra frente a la radiación ultravioleta no se recuperará a niveles previos a la década de los 80, cuando se detectó el roto, hasta el período 2060-2075. El pasado día 16 se celebró el Día Internacional para la preservación de la capa de ozono , auspiciado por Naciones Unidas bajo el lemaParticipación universal: la protección del ozono unifica al mundo. Este día conmemora la firma en la misma fecha del año 1987 del Protocolo de Montreal y fue proclamado como tal por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994.
El agujero de la capa de ozono no es tal, en realidad, sino una acusada pérdida de grosor y de la capacidad protectora de este manto. Descubierta hacia 1980 e identificadas las sustancias causantes, los clorofluorocarbonos (CFCs) y halones presentes en los sprays a presión de infinidad de productos químicos, la comunidad internacional decidió adoptar medidas correctoras. Así nació el Protocolo de Montreal en 1987 para acelerar la eliminación de estas sustancias y otros compuestos causantes de la destrucción de ozono .
Los expertos reconocen que el Protocolo de Montreal ha cumplido sus objetivos en buena medida: han dejado de emitirse CFCs y demás sustancias destructoras del ozono atmosférico, pero el tiempo de permanencia de estos compuestos en la atmósfera es muy largo y los efectos de lo emitido antes de 1987 perdurarán aún décadas.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recuerda que la recuperación de los niveles de ozono previos a los años 80 no será casi total hasta 2050, y aún tardará más en el área antártica, donde habría que esperar hasta 2060-2075. En los próximos veinte años continuarán formándose agujeros de ozono de similar intensidad a la de los últimos ejercicios.
Primavera austral
El proceso se repite cada año. Con la llegada de la primavera austral comienza la destrucción de ozono sobre la Antártida. Durante el invierno se alcanzan en la estratosfera temperaturas muy bajas (por debajo de -78ºC). Estas temperaturas son necesarias para formar las llamadas nubes estratosféricas polares. En su superficie se generan reacciones químicas que aniquilan el ozono estratosférico en presencia de luz solar y de las sustancias destructoras de ozono, que actúan como catalizadores de las reacciones.
Por ello la destrucción de ozono comienza al inicio de la primavera, conforme la luz solar empieza a incidir de nuevo en latitudes polares.
El agujero de la capa de ozono alcanzó la máxima extensión registrada en 2006, 29 millones de kilómetros cuadrados, una superficie mayor que América del Norte, y 2008 fue el cuarto año en cantidad y extensión de ozono destruido desde 1999. Este año los primeros datos muestran que la destrucción de ozono ha comenzado antes de lo usual.
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